La ha vuelto a liar. En contra de las opiniones de gran parte de las empresas adjudicatarias, e incluso de su propio concejal de Urbanismo, el alcalde, Pedro Castro, ha tirado por la calle de en medio y ha convocado, con carácter de urgencia, un sorteo para ordenar la lista de demandantes de vivienda en los desarrollos urbanísticos de Los Molinos y Cerro Buenavista.
Castro no ha hecho caso. Santos Vázquez, edil de Urbanismo, había adquirido el compromiso con las empresas que levantarán las casas de esperar un tiempo para el sorteo de números. Así, las gestoras, constructoras y cooperativas, dispondrían de tiempo para depurar sus propias listas de inscripción, contactar con los y las demandantes y explicarles de forma explícita las condiciones legales y económicas de acceso a una de las 7.000 primeras viviendas en esos barrios.
Porque, se quiera o no, el precio va a ser un quebradero de cabeza para todos. La ponderación de módulos y tipos de protección en los nuevos desarrollos va a hacer que, en la inmensa mayoría de los casos, los pisos superen los 180.000 euros, cifras muy superiores a las que se han venido escuchando de nuestros representantes políticos, con el alcalde a la cabeza.
Otra dificultad añadida va a ser el tiempo de entrega de esas viviendas. Y aquí, el alcalde vuelve a no decir la verdad. Dos desarrollos que todavía están en embrión, cuyas parcelas no se han adjudicado (el Consorcio todavía no tiene la titularidad de los terrenos) y unos proyectos que deberán seguir los pasos lógicos de su puesta en marcha (al menos dos años de edificación, sin olvidar los incumplimientos de constructoras) no deberían ser tomados a la ligera.
La ilusión de muchos jóvenes por tener sus viviendas no debe ser utilizada para dar fechas a la ligera. Y mucho menos por quiénes, en su condición de políticos, saben a la perfección el modo de funcionar en este tipo de proyectos. No está nada bien.
Pero el populismo del que hace gala el alcalde, todavía hoy en funciones (el sábado con el apoyo de IU será de nuevo presidente del Pleno) siembra de confusión a todo el mundo implicado en el asunto.
La presentación a los medios de comunicación del mecanismo del sorteo fue de traca. Según los portavoces de los tres grupos políticos, su comparecencia pública tenía como objetivo que los medios difundieran a los vecinos ese “modus operando”. Pero pocos de los periodistas allí presentes tuvieron claro cómo se iba a actuar. Y ya me dirán ustedes si el mensajero no entiende el mensaje, ¡qué carajo van a transmitir!
No ha quedado claro ni el número de demandantes reales, ni el número de viviendas que restan por adjudicar, ni si las empresas adjudicatarias han cubierto sus cupos de inscritos… pero como hay prisa, lo mejor es seguir aumentando la confusión.
Por favor, un poquito de seriedad en todo este asunto y, sobre todo, claridad en los mensajes. Que los vecinos tengan claro cuánto les van a costar las viviendas, cuántas se han adjudicado en esta primera fase y qué posibilidades reales tienen aquellos que el domingo 17 de junio tengan su nombre en alguno de los números de la lista ordenada desde el Ayuntamiento. No parece tan difícil.
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