jueves, septiembre 20, 2007

Confundir el todo con la parte

La actitud de cientos de cooperativistas vinculados a la gestora PSG en Getafe discurre por terrenos pantanosos. Su decisión (convocada a través de mensajes de móviles, cual si de sabotaje político se tratara) de manifestarse frente a la casa del alcalde de la localidad, Pedro Castro, para exigir solución a sus problemas para acceder a una vivienda carece de lógica.

No está bien mezclar lo profesional con lo particular, lo institucional con lo privado, lo colectivo con lo individual. Y eso es lo que han hecho en esta ocasión. Independientemente de que tengan la razón en un conflicto que está enquistado, la concentración de este miércoles les deja sin argumentos.

Los convocantes de dicho acto, en el que llegaron a empapelar con pegatinas ofensivas el portal de acceso a la vivienda de Castro, deberían pararse a pensar si a ellos les gustaría que les hiciesen lo mismo. A saber: ¿querrían que con motivo de su gestión o su trabajo se les presentasen cientos de personas en la puerta de casa para montar follón? ¿Qué pensarían sus familias? No es de recibo este tipo de actuaciones.

El problema de PSG no se soluciona a base de caceroladas ni pantomimas delante de ninguna casa. Eso sí, están en su derecho de manifestarse… a las puertas del Ayuntamiento, de la Comunidad de Madrid y de la gestora que les debe entregar sus casas. De todos ellos es la culpa de que más de mil personas (parejas o familias en la mayoría de los casos) todavía no tengan vivienda adjudicada. De unos por obcecarse en un modelo que contravenía la decisión política; y de otros por firmar documentos comprometedores para salvar el escollo de unas elecciones municipales. Ellos lo han liado y ellos lo deben de solucionar. Pero las dos partes tienen su cuota de responsabilidad. Eso sí, desde un prisma político y profesional, nunca personal.

sábado, septiembre 15, 2007

¿Pedro Castro, presidente de la FEMP?


Los próximos días 9,10 y 11 de noviembre, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) celebrará en Madrid su novena asamblea general. Un encuentro en el que, además de poner en marcha los postulados que regirán la Federación los próximos años, se procederá a la elección de los nuevos cargos de su junta directiva, entre ellos el del presidente.

Pues bien, desde Madrid, el renovado PSM se está dando prisa para que se oigan sus voces. El secretario general, Tomás Gómez, anda día sí día también enfrascado en que el socialismo madrileño ocupe el protagonismo que ha perdido en los últimos años por sus constantes peleas internas y falta de liderazgo y cohesión.

En este sentido, el marco de la FEMP es otro de los puntos donde Gómez ha puesto sus miras y ha indicado que el alcalde Getafe, Pedro Castro, podría ser el candidato idóneo para ostentar la presidencia de dicho organismo, entidad estatal sin ánimo de lucro. Castro sustituiría a Heliodoro Gallego, alcalde de Palencia, también del PSOE, hasta ahora presidente.

De darse por hecho esta candidatura y a tenor de la mayoría que el PSOE tiene en la asamblea de noviembre (suma más ayuntamientos y diputaciones que el PP) sería una nueva muestra de la fijación de Ferraz por hacer de la antigua federación socialista madrileña, reconvertida en Partido Socialista de Madrid, uno de sus bastiones a nivel nacional, todo con la intención de presentar batalla a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, líderes y estandartes de los populares.

Pero hay más, la llegada de Pedro Castro a este nuevo cargo (ha sido presidente de algunas comisiones en la FEMP en años anteriores) daría la razón a quienes apuestan por una rápida salida del primer edil al frente del ayuntamiento getafeño. Eso sí, Castro, que acostumbra a caer de pie, lo quiere hacer por la puerta grande. Sabe que es ahora o… ¿nunca?

Con la espantada de Moreno y la tremenda división que vive el PP local (Carlos González y José Luis Vicente son algo así como enemigos íntimos) el veterano alcalde sabe que es el momento de prepara la transición y el relevo generacional por el que apuestan los socialistas para Madrid. Y Getafe es otro de los puertos a renovar.

Sin oposición interna tras el ascenso de David Lucas y el derrumbamiento de Santos Vázquez, Pedro Castro se debate entre la opción de una sucesora, Sara Hernández, y de un sucesor, David Castro, su hijo. Si de formular apuestas se tratase, la mía estaría clara, muy clara.

miércoles, septiembre 12, 2007

El nuevo socialismo de Madrid mira hacia el sur


El mapa del nuevo socialismo madrileño ha clavado sus ojos en el sur. Los municipios de esta comarca son el caldo de cultivo sobre el que Ferraz piensa sentar las bases de su futuro autonómico, y quién sabe si nacional. Excepto Leganés, que sigue naufragando a costa de la incompetencia e ineptitud de su excéntrico alcalde (que llegó al puesto después de una moción de censura y montar el espectáculo más bochornoso de la democracia en Madrid, tras el “tamayazo”) muchas son las caras de políticos socialistas que han dado el salto desde sus cargos en el sur hasta la atalaya madrileña, tanto municipal como autonómica.

El triunfo de Tomás Gómez al frente del PSM ha sido incuestionable. Era de cajón. Con la vitola de alcalde más votado de España, su juventud y el empujón que le han dado durante los últimos meses sus compañeros alcaldes del “cinturón rojo” (reconvertido a rosa por mor del crecimiento popular en la comarca) las credenciales le auguran un futuro, cuando menos interesante. Eso sí, la alargada sombra de Esperanza Aguirre y su aplastante triunfo en Madrid le obligan a tomarse las cosas con calma, cautela y mirando hacia el futuro a largo plazo.

Tomás Gómez llega a la “jefatura” del socialismo madrileño de la mano de otro alcalde del sur: Manuel Robles primer edil de Fuenlabrada. Su trabajo, en la sombra, ha sido determinante, primero, para acabar con las luchas intestinas del PSM y, segundo, para lavar la cara de su partido en municipios con facciones divididas (vuelve a parecer Leganés, donde el tirón de orejas a Rafael Gómez Montoya ha sido más que evidente) y abocadas al desastre electoral. Al frente de la política municipal autonómica del PSM, Robles se ha convertido en el nuevo hombre fuerte del socialismo en el sur, por delante de históricos como Pedro Castro, José Luis Pérez Ráez, o José Quintana.

También del sur llega Jesús Dionisio, responsable de política territorial. Su trabajo en Aranjuez, donde ha subido enteros en los últimos años provocó la llamada de Gómez y su incorporación a la nueva ejecutiva, donde el líder socialista ha colocado a otros peones del sur y gente de su entera confianza.

Además, del sur, de Getafe, llega a la capital David Lucas, aupado a portavoz tras la cadena de renuncias que el PSOE de Madrid soportó después del batacazo electoral de mayo. El ex primer teniente de alcalde getafense tiene mucha labor por delante. En primer lugar, intentar recomponer un grupo municipal que hace aguas por todos lados y que guarda, todavía, resquemores y venganzas de la “vieja guardia” apartada del poder por la “imposición de Miguel Sebastián” y que siguen esperando los errores de Ferraz para cobrarse ese peaje.

El sur cobra ahora el protagonismo que se la negado históricamente desde el PSM. Ellos son ahora la esperanza socialista de cara al futuro. De ellos depende no malgastar la oportunidad. Bueno, de ellos y de una ciudadanía que ha apostado de forma abrumadora por las políticas del Partido Popular de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz Gallardón.