sábado, mayo 31, 2008

Pucherazo y noche blanca en la crisis socialista


La convulsa situación por la que atraviesa el PSOE getafense después de la salida de su vicesecretario general del cargo de concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento ha vivido en los últimos días uno de sus capítulos más significativos. Todo ello a cuenta de la Asamblea que se encargó de refrendar la lista de delegados locales para la próxima reunión del PSM en Alcorcón, donde se elegirán los representantes madrileños al Congreso Federal del PSOE. El denominado “congresillo” es la antesala de la reunión por excelencia de los socialistas madrileños, que tendrá lugar en septiembre. Será entonces cuando se plantee la batalla por el poder en el Congreso regional.

Que las asambleas ya han dejado de ser un camino de rosas para Pedro Castro, secretario general del PSOE de Getafe es algo más que evidente. Pero que el alcalde y su séquito anden tan justos a la hora de sacar sus propuestas es algo que ahonda más en la división interna del partido. Y eso, como ya he dicho, que la Asamblea abordaba un asunto “menor” y que debatía la lista presentada por el Comité local. Pero hasta ahí saltan las alarmas.

Habida cuenta de la propuesta del comité, donde Castro tiene mayoría, y la inclusión en la lista de delegados del sector joven del partido, el femenino y los representantes vecinales, el vicesecretario general, Santos Vázquez, pidió el voto en blanco a la lista para no hacer más leña en la enquistada situación que enfrenta a los dos líderes locales. Votar en contra de la lista suponía sacar a la luz lo que la inmensa mayoría de los socialistas getafenses quiere que se siga abordando en clave interna. En especial Pedro Castro, que se jugará en septiembre buena parte de su futuro, y el de los suyos, principalmente.

Y en las votaciones saltó la noticia. Primero por la supuesta manipulación que el secretario de organización, Victoriano Gómez, realizó al introducir más de una docena de papeletas con el sí a la lista de su “jefe” de filas. El presunto pucherazo, denunciado por el sector opuesto a Pedro Castro, fue justificado (según cuentan desde el PSOE) por la delegación de votos que le realizaron varios ausentes al cónclave. Pero, aseguran, la respuesta no resultó demasiado convincente.

Aún así, la opción de voto en blanco sumó el 43% de los votos, casi la mitad de los afiliados, que no respaldan (al menos en esta ocasión) los postulados de Castro. Si en este tipo de cuestiones el porcentaje de descontentos es tan elevado, qué ocurrirá de cara a septiembre cunado se jueguen “el todo por el todo”. Los críticos aseguran sentirse reforzados para no dejar el camino fácil a los “castristas”, lo que augura que la división y el enfrentamiento seguirán creciendo de aquí a entonces.

La “noche blanca” de los socialistas getafenses debe hacer reflexionar a un partido sacudido por el escándalo PSG, que no ha sabido gestionar, ni política ni institucionalmente y que amenaza con convertirse en un quebradero de cabeza para el líder y alcalde. Desde su propio partido le culpan de no haber solucionado el conflicto, antes al contrario, y piensan que sus decisiones han sido determinantes para que los cooperativistas (con David Moreno al frente) se hayan echado en brazos del Partido Popular tras la promesa de Esperanza Aguirre de darles piso a todos.

Ahora, sabiendo que, al menos, tiene un 43% de problemas dentro de la Agrupación socialista, Pedro Castro se ve obligado a mover pieza para mantener el control en el futuro inmediato. El rocambolesco movimiento que ha generado dentro del Grupo municipal y el Gobierno local para cubrir la salida de Santos Vázquez y guardarse en el bolsillo la carta del control del Urbanismo, no hace sino sembrar más dudas.

La cita tras las vacaciones estivales será el punto de inflexión. Hasta entonces habrá que estar atentos a la “cocina” de la calle Cuenca.

miércoles, mayo 14, 2008

Llegó la hora


Tal y como estaba pactado, una vez ha encontrado acomodo en las redes de la Administración central, el hasta ahora concejal de urbanismo, Francisco Santos Vázquez Rabaz, va a dejar su puesto para emprender nuevas metas políticas. Vamos, que busca un retiro digno para salvar la situación de enconamiento que lleva protagonizando un par de años con el alcalde y secretario general del PSOE local, Pedro Castro.

La chispa que ha terminado por encender la mecha ha sido la gestión del conflicto PSG, llevada de distinta forma por los dos protagonistas (al menos, eso es lo que ha trascendido a la luz pública) y culminada en la difusión de unas grabaciones en las que el concejal saliente quedaba supuestamente en entredicho ante el administrador único de PSG David Moreno.

Está claro que la batalla entre el aspirante y el “eterno” campeón quedaba deslucida con el escarnio público al que ha sido sometido el responsable de Urbanismo durante los últimos meses. Su lapidación mediática ha llevado aparejada la desmembración del “núcleo duro” que se había creado en torno a él dentro de las huestes socialistas. Un grupo que mantenía su cuota de poder y que en sus reuniones de “maitines” semanales planificaban la estrategia de comunicación de los socialistas. No en vano, Vázquez ha sido durante las dos últimas legislaturas responsable de las relaciones externas del PSOE. Hasta que el enfrentamiento hizo que Castro anulase la capacidad de maniobra de este grupo y empezó a ejecutar un mayor control de lo que pasaba a su alrededor. En el Ayuntamiento y en la Agrupación.

Los últimos meses han sido un auténtico calvario para el edil. Pendiente de una llamada de Madrid que le anunciara puesto en la “corte” y apartado de todo lo que se “cocía” a nivel local, incluso en su Delegación. Pedro Castro tenía claro que, en esa situación de interinidad, las decisiones quedaban a expensas suyas, sin injerencias de ningún tipo (bueno, los escollos de IU, socio de Gobierno, que ha marcado en algunos asuntos y especialmente en el tema PSG, la hoja de ruta del Urbanismo local) y bajo su control.

Ya, con Santos fuera llega el momento de la reorganización del PSOE municipal y, por extensión del Gobierno local. El papel protagonista que Ignacio Sánchez Coy está jugando en lo que se refiere al asunto del ladrillo, hace que el puesto de concejal de Urbanismo no requiera persona férrea ni ducha en la materia. Castro y Coy han asumido esa tarea y parece que así va a ser hasta el final de la legislatura, toda vez que el concejal de Vivienda y portavoz de IU comulga con el alcalde en asuntos urbanísticos (a las pruebas me remito).

En breve los protagonistas de esta lucha pondrán sobre el tapete el escenario y darán a conocer la renuncia de Vázquez y el movimiento en el Gobierno. Su sustituto al frente de Urbanismo podría ser otro Vázquez, José Manuel, titular de Cultura y al que le agrada la idea de escalar posiciones. Lo que debe pensarse es si le merece la pena, sabiendo que, por tradición, ningún concejal de Urbanismo ha conseguido hacerse con el cetro de alcalde y todos, absolutamente todos, han quedado defenestrados por el “omnipotente” poder de Pedro Castro.

Eso, en una hipotética carrera por la sucesión, le deja en muy mal lugar y abre las puertas de par en par a que la saga de los Castro sigan controlando el PSOE local. Me consta que llevan tiempo moviendo pieza.

¿Qué tiene Getafe contra Festimad?


Getafe no comulga con Festimad, pese a ser uno de los municipios que impulsa desde sus inicios el proyecto. De lo contrario, este año no hubiese actuado como lo ha hecho, contraprogramando conciertos de envergadura de la misma forma que las cadenas televisivas alteran su programación para reventar estrenos y exclusivas de la competencia.

¿Estará molesto el concejal de Cultura porque una edición más Festimad no se celebra en Getafe? ¿Qué tiene Getafe contra Festimad?

Leganés acoge el encuentro musical de dos días de duración en el que actúan grupos de especial relevancia, como Linkin Pak. Desde que se decidió que la ciudad vecina fuese la “capital” de la música en la primavera del su madrileños, Getafe ha puesto infinidad de problemas.

Ni cortos ni perezosos, sus responsables culturales colocaron para el mismo fin de semana (30 y 31 de mayo) el denominado Getafe Electric Festival que tendrá al grupo Metallica como cabeza de cartel. Dos ofertas similares a cinco kilómetros de distancia suponen un auténtico disparate. De ahí que los organizadores de Festimad optasen por retrasar una semana su apuesta y evitar las inoportunas coincidencias.

Pero Getafe, orgullo y casta, prepara para el 7 de junio concierto de Extremoduro, que supone su regreso a los escenarios. El grupo de rock nacional actuará en el Juan de la Cierva a la vez que Linkin Park lo hará en Butarque, para desdicha de los amantes a la música que, o no tienen ofertas que llevarse a la boca en la zona sur de Madrid, o se las colocan a pares. Además, el concierto de Getafe es más barato que Festimad.

Es cuando menos curioso que Getafe ande ahora celebrando sus fiestas locales con la presencia de grupos de menor calado y apure el gasto echando el resto quince días después de su semana grande. Si eso no es intentar “joder la marrana”, que alguien me lo explique.

Bastantes problemas y enemigos tienen ya nuestros gobernantes como para andar abriendo más brechas a cuenta de la Cultura. A mí me da que éstos son como el perro del hortelano.

miércoles, mayo 07, 2008

El problema sigue siendo el dinero


La Comunidad de Madrid anuncia acuerdo con los cooperativistas de PSG y lo hace a espaldas de su socio en el Consorcio Molinos-Buenavista y previa filtración a la prensa. En el Ayuntamiento de Getafe andan bastante mosqueados con el tema, pues no entienden cómo habiendo ido de la mano hasta ahora, la Comunidad pacta a espaldas suyas. Eso sí, a grabadora cerrada no ven con malos ojos la salida proyectada, pues podría permitir que todos se saliesen con la suya. Bueno, todos, menos los cooperativistas.

El problema principal, el que duele en los bolsillos de los adjudicatarios a través de PSG es el dinero. Un problema que sigue sin solventarse, pues tiene difícil arreglo. A los cooperativistas les abren la puerta para poder tener piso, pero ¿en qué condiciones? Seguro que a los 110.000 euros firmados con PSG no. Porque nadie en ambos desarrollos urbanísticos cobra esas cantidades. Los precios de las viviendas están bastante por encima de lo que Moreno aseguró en contrato a sus socios cooperativistas. Que lo tengan claro. Sin ser ducho en la materia, unos 60.000 euros por encima. El suelo, formen parte de la promoción que sea, deberán pagarlo como cualquier hijo de vecino si quieren tener opción de comprar piso.

Si a este asunto le añadimos las dificultades que tienen para recuperar el dinero aportado en su día a las cooperativas (del que una buena parte ya ha cobrado PSG en derechos de gestión) las cuentas están complicadas para estas personas, necesitadas de vivienda y, en algunos casos, sufriendo auténticos dramas personales y familiares. Y el dinero que no llega, ni tiene visos de hacerlo.

Por eso, mientras algunos andan anunciando su intención de pillarse vacaciones anticipadas, hay 1.400 familias en la ciudad que a la alegría de poder verse con esa casa que tanto ansían han de sumarle los quebraderos de cabeza de hacer frente al pago de una vivienda, sin ni siquiera haber recibido lo aportado hasta ahora en las ex cooperativas de PSG.

A este problema es al que no le han dado solución porque, sencillamente, los responsables regionales no la tienen. Es un acuerdo entre particulares y como tal entre particulares han de solventarlo. ¿Cómo? Pues que quien corresponda lo explique ante los socios y les convenza de que parte de su dinero se ha ido en la gestión y posiblemente quién sabe en qué cosas más.

Por eso, y al margen de las batallas políticas derivadas del caso y el apoyo que David Moreno ha encontrado en el PP madrileño (y getafense), sigue sin estar claro qué va a pasar con el dinero que ha puesto la gente a la que le importa poco la lista de demandantes ni las extravagancias de cara a la galería. Porque esa gente quiere su dinero, ¿o no?