jueves, agosto 30, 2007

Empiezan las deserciones en el ejército castrista

Vuelta a la realidad. Finalizado (y ya casi olvidado) el stage de pretemporada, momentos de ocio y relax asegurados, aterrizamos en la blogosfera getafense para constatar que se avecinan cambios en el panorama político local. Y no sólo por los ceses y nombramientos acontecidos durante el verano (atípico en este sentido), sino por lo que llega a partir de ahora.

Y es que empiezan a desertar algunos de los “mandos” que ha tenido en plaza Pedro Castro y que han ayudado a sostener la nave socialista en la localidad. Sabida y madurada ya la renuncia de David Lucas a seguir siendo el eterno aspirante a alcalde, quedaba por ver qué iba a ser de sus más fieles compañeros de viaje. Y aquí las dudas quedan completamente resueltas.

Su mano derecha, Roberto Sánchez, hasta ahora responsable de la Seguridad y la Hacienda municipal (como cargo de confianza), ha decidido enrolarse en otro barco y abandonar la planta primera del Ayuntamiento (aquella que más trabajo y menos rédito ha aportado a los que han estado trabajando allí en los últimos años) para atracar en una ciudad ribereña por los cuatro costados.

Roberto Sánchez ha sido elegido por el alcalde de Aranjuez, Jesús Dioniso (otro de los que han tocado mando junto a David Lucas en la nueva ejecutiva socialista madrileña comandada por Tomás Gómez) para ser el nuevo Jefe de Gabinete de Alcaldía. Un salto cualitativo y cuantitativo para un político que siempre ha estado a la sombra, en un segundo plano, pero que ha hecho de su eficacia en la gestión municipal y de partido su principal carta de presentación.

Pierde Pedro Castro otro de sus pilares en la administración local. Formado en las Juventudes Socialistas getafenses, Roberto ha sabido, en ese papel suyo, tan exigente, responder a sus amigos (aquí me apunto, sin excepción) y colaborar al mantenimiento del status socialista en Getafe. Eso sí, sin renunciar nunca en la Agrupación Socialista local a la crítica, la pelea y la defensa de sus ideales políticos.

Se marcha cansado de falsas promesas, de no ver recompensado el esfuerzo y el trabajo bien hecho, de ocuparse de la “cocina” para el lucimiento de otros y otras; en definitiva, harto de ser siempre el eterno candidato a concejal.

Su nueva ocupación le va a permitir, con toda seguridad, liberarse del corsé político con el que Pedro Castro ata a la mayoría de quienes le acompañan en el viaje; una liberación que llevará a aparejada, no me cabe la menor duda, una proyección política y de gestión rápida y acertada. Es un muy buen fichaje, que lo sepa Jesús Dioniso.

Lo triste del asunto (aunque personalmente me alegro por Roberto) es que puede (lo confirmamos) que su marcha sea la primera de una serie de renuncias que van a obligar al primer edil getafense a mover ficha y modificar estamentos importantes dentro de la gestión municipal. Hablaremos de ellas y ellos en otros post.

Por cierto, y aunque no venga al caso, el próximo artículo tendrá como protagonistas a los nuevos “dueños” del PP local. Permanezcan atentos a sus pantallas… de ordenador.