martes, febrero 09, 2010

Que ha dicho que no

Pedro Castro ha zanjado la polémica, si es que llegó a existir como tal. No quiere ser candidato a la Comunidad de Madrid por el PSOE, a pesar de que un grupo de militantes ha abierto un espacio en la red social Facebook, en el que le postulan como futurible cabeza de lista de los socialistas para disputarle el poder a Esperanza Aguirre. Un grupo al que se han sumado diputados regionales, cargos públicos y militantes en activo, además de simpatizantes y público en general.

Pero Castro no quiere que su imagen aparezca ligada a cualquier intento de frenar las ansias de gloria de Tomás Gómez, secretario general del PSM y hasta ahora, y por el momento, el único que ha dicho sentirse capacitado para pelear por la presidencia regional.

Las palabras del alcalde de Getafe y presidente de la Federación madrileña de Municipios dejan clara su fidelidad a las siglas a las que representa y su afán por preservar lo conseguido hasta la fecha. No quiere más de lo que ha ganado con su labor política, pero tampoco menos. Hay guerras que no son suyas y a las que no está dispuesto a acudir, pero tiene claro que nadie va a ocupar su terreno. Y así lo demuestra cada día.

Para dejar claro que Esperanza Aguirre no es su enemigo ni quiere generarse más problemas de los necesarios, ha pedido al mismísimo Rodríguez Zapatero que ofrezca una muestra de apoyo a Gómez y su equipo para encabezar el proyecto socialista en Madrid. Otra cosa es que lo consiga, pues Ferraz y su “aparato” no tiene del todo claro que esa sea la opción más viable. Según cuentan fuentes socialistas que prefieren guardar su identidad, el presidente tiene al ex alcalde de Parla entre sus preferencias, pero no ocurre los mismo con el resto de pesos pesados de la Ejecutiva socialista, pues dudan del éxito de la misión.

Pero Pedro Castro no quiere saber nada de ese asunto y apuesta, junto al resto de alcaldes del sur de Madrid por mantener sus “privilegiado” estatus dentro de la Comunidad de Madrid. A fin de cuentas son los únicos Ayuntamientos que escapan al poder de Aguirre y el PP y suman entre ellos un importantísimo número de votos, sin los cuales el PSM estaría lejos de soñar con un triunfo. La preocupación de los regidores no es tanto quién va a ser el cabeza de lista regional por el PSOE, sino de qué manera puede llegar a afectar ese hecho en el recuento final de votos en las municipales de 2011.

El alcalde de Getafe, junto a sus otros compañeros regidores (veteranos y no veteranos) reconoce que los comicios del año próximo van a ser importantes, ya que marcarán el devenir político, no sólo del siguiente cuatrienio, sino de, al menos, dos lustros más. Y en ello es en lo que han empezado a trabajar. Pedro Castro, el primero.

martes, febrero 02, 2010

¿Un cambio de aires?

Pedro Castro es uno de los pocos trabajadores en activo que quedará al margen de las medidas que piensa aplicar su jefe de filas en cuanto a la edad de jubilación y que tanta polvareda han levantado en todos los sectores de la sociedad. El próximo 12 de febrero, el alcalde de Getafe soplará una tarta con 65 velas, las mismas que suma su dilatada trayectoria política. A él, por tanto, no le van a afectar esos dos años que propone Zapatero para retrasar el periodo de vida laboral.

Si estuviese hablando de un empleado al uso muchos serían los que en apenas unos días se sumarían a las celebraciones familiares típicas y tópicas de cualquiera en su misma situación. Pero, ni el personaje lo propicia, ni el panorama invita a hacer reflexiones sobre esta hipótesis.
Está claro, en cualquier caso, que su presencia al frente de la alcaldía de Getafe se ha dilatado más tiempo del que hubiesen deseado, no sólo los responsables de la oposición (lógicamente) a lo largo de estos últimos 28 años, sino sus propios compañeros de partido y de Gobierno en la ciudad.

Lo que no queda tan claro es qué va a pasar, políticamente hablando, en un municipio tan “castrodependiente” y con unas elecciones municipales y autonómicas, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Pedro Castro tiene claro que no ha terminado de perfilar su modelo de ciudad, pero también sabe que el tiempo juega en su contra. Se acerca el momento de la toma de decisiones y no es fácil acertar siempre.

Además, la situación política no sólo de Getafe, sino del conjunto de la Comunidad de Madrid, va a hacer que la próxima cita con las urnas se antoje de vital importancia para el devenir de la comarca y del propio Gobierno regional.

De todos es sabido que el actual secretario de los socialistas madrileños ha rellenado su etapa al frente del PSM con más sombras que luces y que son cada vez más quienes ponen en duda su capacidad para llevar a buen puerto la nave socialista regional. Y aquí es donde surgen las vacilaciones.

Para muchos, la presencia de un político curtido como Pedro Castro tendría más garantías en la “batalla” electoral regional. Capaz para el trabajo, su trayectoria al frente de la FEMP también le ha llevado a consolidar su figura entre el madrileñito de a pie que, con sus deslices verbales, y sus constantes apariciones mediáticas, ha colocado cara al nombre del regidor getafeño. Se trata, según se comenta entre las bambalinas del PSM, evitar una sangría de votos que propicie un ascenso de Aguirre y sus huestes populares. Vamos, que ven a Castro más rival para medirse en una pugna electoral con la presidenta.

Y un rumor más: hay quien le ve al frente de la cartera de Trabajo, aplicando las medidas necesarias en la pretendida reforma laboral de ZP.

Se cumpla el pronóstico o no (ya nos la jugamos pocos días antes de su nombramiento como presidente de los alcaldes y ahí acertamos) lo cierto es que Pedro Castro no quiere que el futuro de Getafe escape a sus decisiones, pues sabe que hay otra guerra doméstica que queda por librar y que tendrá el entorno de Perales del Río como escenario principal. De hecho ya ha comenzado el baile y hay muchos que quieren tomar parte, con o sin invitación a la fiesta.

Si Castro es capaz de resolver este complicado y nuevo reto en los próximos meses, se abriría el abanico de posibilidades descritas en este post. Más tarde no habría opción.