jueves, enero 19, 2006

El alcalde Juan Simón

Nada bien deben marcharle las encuestas al PSOE de Getafe, cuando su secretario general y alcalde de la localidad, Pedro Castro, a quince meses vista de la celebración de las elecciones municipales se apresura a anunciar el estudio “informativo” para el soterramiento de la Autovía a Toledo (A-42) a su paso por esta localidad. No parece todavía momento de gastar una bala tan importante como esa para presentar el inicio de una idea que cuando tome cuerpo y forma habrá pasado mucho tiempo, más del necesario, como ocurre siempre en estas situaciones.

Oportunidades temporales al margen, la concatenación de factores en una ciudad como Getafe en la que el Gobierno local anda día sí y día también en el ojo del huracán, no dejan otra salida al “jefe”. Como el “enterrador” de la copla que hiciese popular Antonio Molina, el “Juan Simón” de la zona sur vuelve a oficiar de sepulturero urbanístico y ofrece a sus vecinos la idea de poner tierra sobre el asfalto de la A-42. Tierra y ladrillos, a buen seguro.

Castro, ni corto ni perezoso ha ido al Ministerio de Fomento a hacerse la foto… con Simancas (¡qué cansino!) en una nueva aparición pública de las muchas que han protagonizado los dos socialistas en los últimos quince días. Y lo ha hecho aún a sabiendas que será Getafe, sólo Getafe, la encargada de poner la “pasta” si quiere seguir adelante con la idea.

Ya lo dijo la ministra, Magdalena Alvarez, y así se ratificó en el protocolo de intenciones firmado hace ocho meses. Fomento “da permiso” a Pedro Castro y su equipo de concejales para que haga con la Autovía de Toledo lo que buenamente quiera, pero de aportar… ni un euro.

Y aquí empieza el lío.

Castro se “hartó” de criticar al Gobierno del PP cuando declinó financiar el enterramiento de la vía del ferrocarril. Francisco Alvarez Cascos, por aquel entonces, titular de Fomento, fue quien se llevó todas las “lindezas” del Gobierno getafeño. ¿Y ahora? Será que la señora Magdalena Alvarez (¡hay qué ver con el apellido)!, mucho más guapa que Cascos (eso, por descontado) es del PSOE, y por eso…

El ínclito alcalde asegura que no “quiere meter en el compromiso” ni a Fomento ni al PSM (Partido Socialista de Madrid), pero sí ha pedido colaboración a la Comunidad de Madrid. ¡Tan fresco! Es del PSOE y el PSOE le ha dicho que no va a sufragar la obra. Y no sólo no lo critica, sino que acuden juntos a presentar el estudio. ¿Y el PP? ¿Y su socio de Gobierno local, IU? No fueron invitados. Qué descortesía.

Conseguir la friolera de 150 millones de euros para que los coches pasen por debajo del municipio de Getafe no va a ser nada sencillo. Está claro que tal cantidad de dinero no llega sino de plusvalías por la venta de suelo. El mismo suelo que se liberaría al soterrar la autovía. Viviendas, oficinas, centros comerciales y otras instalaciones similares tienen cabida en los 4 millones de metros cuadrados de suelo que podrían quedar en superficie. ¡Menuda tajada!

Juan Simón, perdón, Pedro Castro ha afirmado que no se harán viviendas en esa operación, pero nada ha dicho de otras edificaciones como las anteriormente descritas y en las que se van a cruzar muchos intereses públicos y privados.

Es por todo eso que, con tanto tiempo para la elección del nuevo alcalde y de los nuevos concejales, llame la atención la puesta en la escena pública de este nuevo “invitado” al baile político en Getafe.

viernes, enero 13, 2006

El PSOE contra Güemes

No sabe el PSOE por dónde hincarle el diente al Gobierno popular de la Comunidad de Madrid. O mejor dicho, no sabe cómo hacer para aparecer en portada en los medios de comunicación. El último en agarrar el ariete y andar a arreones ha sido el portavoz Rafael Simancas. Y lo ha hecho pidiendo la dimisión de los consejeros de Empleo y Mujer, Juan José Güemes y de Vivienda, Mariano Zabía.

Algo debe tener Güemes que sus adversarios políticos temen. No es la primera vez que el PSOE dirige su artillería contra el titular de la Consejería de Empleo. Hace varias semanas fueron los alcaldes del sur al completo los que quisieron ponerle en entredicho. Y claro, como esa estrategia falló (no lograron su objetivo de ponerle en el punto de mira de la opinión pública, antes al contrario), ahora es su “jefe de filas” el que vuelve a la carga.

Entre todos (portavoz, diputados, alcaldes y concejales) están haciendo “famoso” al “primo del Zumosol” (como le calificó el concejal de hacienda en Getafe, David Lucas), que se está “hinchando” a aparecer en medios de comunicación con las iniciativas y actuaciones en materia de Empleo y Mujer. Al poner su gestión en entredicho, el PSOE no hace sino reconocer todo lo que la Comunidad aporta a estos dos asuntos tan sensibles para la sociedad.

Además, la estrategia de Simancas al cargar contra los consejeros choca frontalmente con sus aspiraciones en Madrid. Su “enemigo” (en este caso, enemiga) es Esperanza Aguirre, la actual presidenta. Si aspira a arrebatarle el sillón no puede, o no debe, pisar escalones inferiores. Su obligación, como “jefe” de la oposición es seguirle los pasos a Aguirre, ponerse a su altura y pelear de “tú” a “tú” por decantar de su lado la opinión de los madrileños.

Cuestionando a sus “peones” (en este caso, consejeros) deja vía libre a la presidenta para elevar sus miras en Ferraz a las plantas superiores, donde se toman las decisiones a nivel nacional. Y ese es un caramelo demasiado apetecible como para que Esperanza Aguirre no haya dudado en darle cuantiosos bocados.

Las críticas de Simancas contra el consejero de vivienda ponen también en tela de juicio la política urbanística que el PSOE mantiene en algunos municipios donde gobierna, como es el caso de Getafe. La aprobación de un Consorcio entre la Comunidad y el Ayuntamiento getafeño para la promoción y desarrollo de 12.000 viviendas en dos sectores del término municipal les va a hacer caminar de la mano durante varios años, pagando por los errores que esta decisión política les acarrera.

El líder del PSM no debería encender más hogueras de las que ya arden por Madrid, no vaya a ser que tarde o temprano decida poner la mano en el fuego por algún compañero y acabe quemándose.

Y más aún porque, mientras Simancas sigue con su particular pelea “anti consejeros”, los aludidos no hacen sino subir enteros en la particular escala político-afectiva de la “jefa” de los populares madrileños. Favor que les hace.