El número 2. Qué importante para determinadas cuestiones y qué banal resulta a veces. Es tan común que en muchas ocasiones le pasamos por alto, le ignoramos y hasta le despreciamos, así sin más.
En su acepción cardinal el 2 es del todo útil. Nos ayuda con las matemáticas e, incluso, sirve para que en “Barrio sésamo” enseñen a nuestros “peques” a cantar la “Canción del 2”. Además, el 2 es el único número primo par, con la enjundia que este título le otorga a la cifra.
Sin embargo es el valor ordinal del 2 el que más se utiliza en términos políticos: el número 2 como segundo. Cuántas veces hemos escuchado al nombrar a ése o aquel político: “es el segundo de…”. El hecho de aparecer en una lista inmediatamente detrás del “cartel electoral” confiere, en ocasiones, cartel de “segundón” a quien porta el número 2.
Es un dato, si me apuran, hasta cruel, que cobra inusual vida en Getafe y, en concreto, en clave socialista. El número 2 es maldito en el PSOE local. Quien lo ha portado, a lo largo de los últimos 25 años, se ha quedado con un palmo de narices al ver que el primer lugar se les quedaba lejos, muy lejos. Desde que Pedro Castro saltó del número 2 del PSOE local para cubrir el hueco que dejó la marcha del por entonces alcalde Jesús Prieto (a quien Castro, por cierto, ha querido pagarle ahora ese favor al nombrarle hijo adoptivo de la ciudad) a la MERCASA del conglomerado de empresas públicas creadas por el Gobierno de Felipe González, nadie ha podido ser más que segundo, o “segundón”.
Y Pedro Castro se ha encargado de “rebozarles” en su cara la condición de segundos a la mayoría de compañeros que han estado en esa posición. En el número 2. Cada vez que algún “segundo” ha intentado dar el salto, la estrategia política del todavía alcalde, ha terminado por cortarle las alas. Lo hizo con Francisco Hita hace ahora cuatro años y lo ha hecho en esta última legislatura con David Lucas.
Con el primero fue especialmente cruel al preguntar en tono jocoso en diferentes foros públicos cuál iba a ser la dedicación de sus herederos, dando por finiquitada la vida política de Hita. Y lo mejor de todo es que no se equivocaba. Dejó su cargo de concejal, de consejero en Cajamadrid, y hasta el de la Ejecutiva socialista getafense al conocerse su vinculación con el mundo del ladrillo privado (cabe aquí recordar por si alguien no lo sabe que Francisco Hita Gamarra fue concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Getafe, finalizando su labor en el año 2003).
Más sibilina ha sido la manera en la que Pedro Castro ha frenado la proyección de David Lucas, a quien promocionó desde su cargo como Jefe de Gabinete de Alcaldía y aupó a concejal de Hacienda y Seguridad en sustitución de Antonio Alonso (otro ex dedicado al ladrillo) y más aún al llegar a la primera tenencia de alcaldía. Su enfrentamiento se trasladó a la propia Agrupación Socialista local en la designación de representantes a las Ejecutivas regional y nacional. Allí Castro se erigió como “mandamás” y dejó a su “delfín” en completa minoría y buscando el apoyo de un sector de las juventudes socialistas, desencantado con la manera de hacer política de su secretario general.
Engordar para morir. Como los pavos estadounidenses con vistas al “Dia de Acción de Gracias” o los cerdos españoles cuando se acerca “San Martín”.
Castro repite y se ha encargado, a través de filtraciones en prensa local, de sugerir la necesidad de un relevo en cuanto a su segundo en la lista para las elecciones de mayo de 2007. Insiste en la necesidad de dar un papel protagonista a las mujeres y quiere una mujer para el número 2. La realidad, de nuevo, supera a la ficción. Claro que, Castro, no ha terminado de calibrar muy bien sus pasos. Porque a una mujer no va a poder hacerle lo mismo que le ha hecho a sus “segundos”.
La inteligencia femenina está por encima de la habilidad política y las maniobras de Castro en el seno de los socialistas locales. Con una fémina en el número 2 le va resultar harto difícil jugar al “me deshago de ti cuando ya no te necesito”. Claro que también está la posibilidad de que no Gobierne, con lo que el problema le quedaría resuelto con un golpe de urna; o también que su final político está más cerca de lo que parece y busca “sucesora”.
Lo cierto es que, de seguir así las cosas, ninguno de los “segundos” en los tres grandes partidos volverán a repetir puesto en relación a las listas con las que concurrieron a las elecciones de 2003. PSOE y PP se decantan (aunque todavía no es oficial y podría haber sorpresas) por una mujer para seguir a Pedro Castro y José Luis Moreno, respectivamente, en las papeletas del mes de mayo; Izquierda Unida ya ha confeccionado su lista y el anterior número 2, Ignacio Sánchez Coy, ahora es el cabeza de lista.
¿A que resulta curioso el juego político que nos puede ofrecer el 2? Pues no digamos ya el 1. Pero ese será tema de otro artículo.
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