Se veía venir. Aunque el anuncio de la égira de Francisco David Lucas Parrón a la candidatura socialista al Ayuntamiento de Madrid fuese voceado por sorpresa, era algo que se dejaba entrever. Estaba claro que, dadas las circunstancias, la salida de Lucas del Gobierno local era cuestión de tiempo. Había intentado echarle un pulso a Pedro Castro y lo había perdido. En esas condiciones, y con la espada de Damocles sobre su cabeza, la ruptura era el mal menor.
El caso de David Lucas, por reiterativo, no deja de ser una máxima de lo que ocurre en el PSOE de Getafe. Antes de Lucas ya habían caído Antonio Alonso, Francisco Hita, Rafael Caño… Bien es cierto que los dos primeros (Alonso e Hita) fueron a enjugar sus lágrimas al despacho de Jesús Neira, ex concejal de Urbanismo, y cayeron abducidos por el encanto del ladrillo. Las penas con pan son menos y con convenios urbanísticos, no digamos.
Pedro Castro tiene la especial facultad de fagocitar a todo aquél que intenta hacerle sombra. Y el proceso siempre es el mismo. Les nombra sucesores y después, en auto de fe, expía sus culpas a través de sus números dos. Les inmola en la Agrupación socialista local y les pone al pie de los caballos. Así, la solución que les queda es “remar para morir en la orilla”. Y, claro está, salir por la puerta de atrás.
Ocurre aquí que David Lucas le ha salido contestatario. No ha permitido su ejecución y ha optado por “cambiar de equipo”. Con el mercado de fichajes abierto sale de Getafe para incorporarse al equipo de trabajo de Miguel Sebastián, mano derecha de Rodríguez Zapatero. Y Castro se ha puesto celoso. No es de extrañar, porque Sebastián podría, no tardando mucho, dar el salto al Gobierno nacional en un cargo de especial relevancia. Y su “núcleo duro”, ascender con él.
Muchos podrán pensar que David Lucas pierde en el cambio, pues deja responsabilidades de Gobierno para, según todas las encuestas, ejercer de oposición. Pero no es menos cierto que en Getafe ya realizaba labores de oposición a sus propios compañeros de filas, en especial al concejal de Urbanismo Santos Vázquez, amigo de los ex ediles que ahora se ganan la vida de maravilla a costa de sus negocios inmobiliarios.
Para Lucas, aunque eso es algo que nunca va a reconocer, su marcha de Getafe va a suponer una liberación y le va a permitir desarrollar sus aptitudes políticas con más libertad. Lejos de las ataduras que le han supuesto (a él y a todos los que han estado cerca de Pedro Castro) formar parte de un Gobierno municipal tan personalista como el de nuestro municipio.
A Pedro Castro Vázquez le van quedando cada vez menos piezas y la línea sucesoria, de la que se viene hablando en los últimos años, está muy clara. Su idea es la de dejar a su hijo al frente del “negocio” municipal. De Castro a Castro y tiro porque me toca.
De los antiguos sólo queda Santos Vázquez, apuesta política de los nuevos ladrilleros, quién bastante tiene con intentar disipar las dudas que de forma cíclica pesan sobre el Urbanismo local. Pese a su capacidad política y negociadora, la manos de Vázquez están atadas por un lastre más poderosos que la propia res pública.
Así que Pedro Castro sabe que en Getafe tiene mando en plaza y no hay nadie que le haya salido lo suficientemente contestatario como para intentar arrebatarle el control.
Despejadas las dudas de quién manda en el PSOE local, al candidato a alcalde le queda por despejar la incógnita de las elecciones municipales. Y ahí, según rezan las encuestas, las cosas le van mucho peor. Sigue en caída libre y, por el momento, no encuentra el colchón adecuado para amortiguar el golpe.
Aunque, ya sabe, cuando algo va mal, siempre es susceptible de ir a peor.
1 comentario:
Hombre, una vez leido el comentario, este periodista no va descaminado, por que os dire mas a Castro no hay quien le haga sombra en el PSOE en getafe, porque como muy bien dice el articulo los fagocita, pero no es una realidad lo de Hita y Alonso, eso mas bien es un acuerdo, pero si es cierto, que dentro de su propia agrupacion hay personas hasta las narices del pequeño dictador y algunos hasta le han dicho que no lo van a votar, en las proximas elecciones, ademas ha habido gente con mucha solera dentro de ese partido que han preferido irse a su casa y dejar de ser un pringao con actuaciones netamente fascistoides, si conoceis a alguien del PSOE preguntarle, que en conversaciones privadas te cuentan lo que no pueden decir en su sede, eso son los mimbres con los que hace Castro sus cestos, con descontentos y varios pesebreros
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