Resulta alarmante la camaleónica capacidad de los políticos para adecuar sus actuaciones a las tendencias sociales, más allá de sus ideas y de aquello que pregonan como raíz última de su entelequia. La simbiosis llega a ser total en según qué circunstancias y sobre algunos asuntos concretos. Así, son socialistas, socialdemócratas, liberales, comunistas… y siempre procuran caer de pie. Usan la direccionalidad (derecha, centro, izquierda, centro derecha, centro izquierda) con una ambigüedad que bordea en ocasiones lo éticamente incorrecto.
En Getafe asistimos en los últimos meses a un claro ejemplo de traslocación política. Desde el PSOE se publicitan acciones que nada tienen que ver con sus actuaciones en la localidad. Sin ir más lejos, la política privatizadora de Pedro Castro y sus concejales ha provocado un auténtico revuelo, no sólo en el Gobierno municipal, donde camina de la mano de Izquierda Unida, sino en el entorno social getafense, que es donde más daño hacen las decisiones de quien gobierna.
Pero Castro se ha pasado a todo el mundo por debajo de su manto progresista y ha tomado decisiones más próximas a las ideas liberales. El denominado “neoliberalismo”, que desde las filas socialistas tanto se critica y se aplica en los comentarios y declaraciones públicas relacionadas con el PP, tiene en esa política privatizadora un importante caldo de cultivo.
Y aquí, PC tiene mucho que decir en todo este asunto, aunque no sea el único impulsor de la corriente privatizadora que invade los estamentos del Ayuntamiento getafense. Bien es cierto que lo que desde el PSOE se prefiere denominar “gestión indirecta” no es si no una externalización de servicios o privatización bien entendida (a fin de cuentas es una empresa privada la que se hace cargo de la gestión de equipamientos e infraestructuras municipales). Y otras ciudades “amigas” en la zona sur también gobernadas por los socialistas (con y sin apoyo) llevan tiempo aplicando políticas de gestión indirecta en muchos de sus servicios.
Uno de los que han defendido esta práctica privatizadora con más vehemencia dentro del Gobierno municipal ha sido Santos Vázquez, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente. Su anterior experiencia como responsable del Deporte municipal le ha puesto en contacto con muchos gestores que, desde la iniciativa privada, han garantizado éxitos en una forma mixta de control de instalaciones y equipamientos públicos. Es ese modelo el que quiere trasladar a Getafe, con la aquiescencia de Pedro Castro, sabedor de lo que opinan otros alcaldes del PSOE.
Vázquez propició en su día la privatización de las piscinas en Getafe Norte y ahora es uno de los máximos responsables de que se repita la historia en el nuevo complejo del Sector Tres. De hecho, ya se ha aprobado en Junta de Gobierno la adjudicación de los servicios médicos y de control de aguas del citado polideportivo. ¿Para qué está el laboratorio municipal? ¿No sería lógico que ese departamento se encargase de velar por la calidad de las piscinas públicas?
Pero hay más. La negativa de IU a aprobar la privatización del mantenimiento de parques y jardines en diversas zonas del municipio ha llevado al PSOE a aprobarla en Junta de Gobierno, donde es mayoría. Un paso de esa adjudicación por el Pleno con la oposición de IU y PP hubiese derrotado a PC y sus concejales, algo que no pueden permitir tal y como está la partida en estos momentos. Hubiese significado tantas cosas…
Lo cierto es que los vecinos de los barrios de Cerro Buenavista, Perales del Río y El Bercial van a ver jardineros de la empresa Medio Ambiente Dalmau S.A. trabajando en sus zonas verdes. Los siete votos de los concejales del PSOE en esa Junta de Gobierno se impusieron a los dos votos con los que contaba y cuenta IU.
La empresa pertenece a Acciona (una de las más importantes constructoras nacionales) y se integró en dicho grupo después de la fusión de Cubiertas MZOV (que compró la práctica totalidad de las acciones a José Dalmau, su anterior propietario) con Entrecanales. Su sede social está en Valencia, aunque en Madrid cuenta con una delegación en San Sebastián de los Reyes.
Por el contrato de Getafe, Medio Ambiente Dalmau se va a embolsar casi tres millones y medio de euros por un trabajo de dos años de duración. Y en estos 24 meses, los empleados de Parques y Jardines del Ayuntamiento tendrán menos terreno para abonar y muchos más motivos para protestar.
Las maniobras de PC han salpicado también a los agentes sociales del municipio. La división entre CC OO y UGT ha quedado en evidencia con el posicionamiento de este último sindicato con el PSOE. Un cruce de comunicados ha dejado ver que la política privatizadora del Ayuntamiento de Getafe también encuentra acomodo en determinados sectores de la izquierda progresista.
Para cerrar el círculo a estos ejemplos de “gestión indirecta” hay que asomarse a la concejalía de Cultura, donde su titular, José Manuel Vázquez, anda dándole vueltas a la privatización del programa de fiestas a cambio de euros que sufraguen la falla de la semana grande o el desfile de carrozas. Y tampoco le importa poner en marcha un proceso irregular, esquivar la línea política que propugnan las siglas de su partido, y adjudicar a dedo a una empresa privada servicios que deben ser municipales.
El PP ha decidido sacar partido de este contrasentido y se ha apuntado al carro de las críticas. Y el PSOE se enfada con su socio de Gobierno porque, según dicen algunos de sus más cualificados representantes, a raíz de las noticias difundidas por IU en las que ha mostrado su rotundo rechazo a la privatización de servicios, desde la coalición se les ha puesto a los pies de los caballos.
Quizá les hubiese ido mejor privatizando el Gobierno. A los ciudadanos, seguro.
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