lunes, septiembre 07, 2009

Vuelve la batalla por La Carpetania

El inicio del curso político nos devuelve a la dura realidad, amargados y olvidados ya (por eso que ahora llaman depresión post vacacional) los amenos ratos de tinto de verano y risas entre amigos y familiares. Esa vuelta a la cotidianeidad es la que nos coloca, de sopetón, el mapa de ruta de nuestros políticos delante de las narices. Y lo hace con el asunto Carpetania como uno de los de mayor enfrentamiento entre populares y socialistas (hay asuntos judiciales pendientes que será obligado abordar en semanas venideras) tanto a nivel local como regional.

El alcalde Pedro Castro no quiere perder la batalla emprendida ante la administración regional y sigue en su empeño de implicar a cuantos políticos pueda en apoyo de su cruzada. Ya lo hizo antes del receso vacacional y pretende seguir con ello. Por tanto, no es de extrañar que con el Debate sobre el Estado de la Región a la vuelta de la esquina haya decidido que esta semana toca maratón de reuniones y ruedas de prensa con los líderes regionales.

Ya habló Tomás Gómez el pasado sábado de Carpetania en el primer encuentro socialista de la temporada. Y en los próximo días lo harán el coordinador regional de Izquierda Unida Gregorio Gordo (ex concejal del Ayuntamiento de Getafe y uno de los personajes que más conoce el trasfondo del conflicto) y la portavoz socialista en al Asamblea de Madrid Maru Menéndez.

Quiere Castro que la Comunidad no deje de lado lo que él considera un proyecto vital para el desarrollo industrial y económico de la ciudad y tampoco parece fiarse de los plazos marcados desde el Gobierno regional para estudiar la viabilidad del proyecto. Lo quiere y lo quiere ya.

Mientras, desde las filas del PP le andan marcando los pasos a seguir. Cualquier solución de futuro para la segunda fase de Carpetania (que supone la recalificación de cerca de tres millones de metros cuadrados) pasa por obtener el suelo a través de la compensación, eliminando la propuesta del Gobierno local (PSOE-IU) de optar por la expropiación. Sale cara y hay que abonarla en cash, según los populares, que prefieren abonar el suelo con recalificaciones para los propietarios.

Lo que sí tiene claro desde el PP regional es que, pase lo que pase, no quieren dejar en la estacada al gigante EADS-CASA, a quien el Ayuntamiento le ha cedido 400.000 metros cuadrados (es decir, el aprovechamiento municipal del total del suelo industrial) para ampliar sus instalaciones y evitar, con ello, que se traslade a otros puntos de la geografía nacional e, incluso, europea. Puede ser una solución parcial al conflicto, bien vista por el PP, pero que Pedro Castro no ve viable.

Así las cosas y con la pelota en el aire, la solución sigue en punto muerto. Hasta el Ejecutivo Zapatero, a través de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) podría participar en acuerdo a tres bandas, para aliviar el coste económico que supondrá la enajenación de los terrenos. Pero, con Estado o sin él, ahora mismo las diferencias dejan a unos expectantes y a otros sufriendo ante el devenir de los acontecimientos.

Habrá que ver si la presión que se va a ejercer desde Getafe sirve para enmendar voluntades. Aunque parece que la situación no es una cuestión de estados de ánimo, sino una batalla política y económica.

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