
La presidenta regional, habida cuenta del cariz que estaban tomando los acontecimientos ha optado por asumir el mando de las operaciones y poner a trabajar a su aparato para solucionar la crisis getafense. Y lo ha conseguido.
Los seis concejales díscolos van a restituir a Carlos González Pereira como portavoz en el Ayuntamiento, revocando el escrito en el que seis de los once ediles optaron por modificar la estructura municipal del PP. A cambio, todo vuelve al escenario de antes del miércoles pasado, con José Luis Vicente como portavoz adjunto y responsable de Urbanismo en las filas populares.
También Palencia y los suyos se hacen hueco en la gestora que, por indicación de Génova, regirá los destinos del PP de Getafe hasta las elecciones locales del próximo otoño. Eso sí, este sector sigue con mayoría dentro del grupo de concejales en el Consistorio. Y han hecho ver a Madrid que en Getafe una cosa es el partido y otra distinta el grupo de concejales.
En un claro efecto acción-reacción, todos han movido pieza para intentar defender sus intereses y evitar que rodasen cabezas, algo que temían ambos bandos, sabedores de lo dura que se pone la presidenta de los populares cuando de solventar conflictos internos se trata. Por el momento se han salvado de convertir Getafe en “Sleepy Hollow”. Y aseguran que han cerrado momentáneamente las heridas. Veremos si no es en falso.