Dos dinosaurios políticos. Dos máximos responsables del PSOE getafense han sido protagonistas de un incidente de especial trascendencia en un acto que se ha convertido en tradicional durante los últimos años. Dos políticos que fueron vitales en el pasado del Ayuntamiento de Getafe y que vuelven a cruzar sus caminos en el presente, ahora que se juega el futuro de la Agrupación socialista local. Quién sabe si no dejaron de estar nunca entrelazados sus caminos. Pero eso, al menos creo, es harina de otro costal.
A lo que iba, dos pesos pesados de los "sociatas" del municipio dejaron en evidencia sus veleidades y pusieron en juego su vehemente manera de entender la dialéctica. Todo ello, no podía ser de otra manera, con el Getafe Club de Fútbol como telón de fondo.
Y lo cuento: no puedo esperar más. Sucedió en la cena de despedida del primer equipo de la ciudad en el lujoso y espectacular marco del Hotel Palace de Madrid. Allí se lleva Angel Torres, presidente azulón, desde hace varias temporadas a los directivos, responsables del club, principales colaboradores, socios de honor, aportadores de fondos, proveeedores, políticos, personajes de alto standing y demás pijerío. El dispendio es motivo de comentario aparte, sobre todo teniendo en cuenta que un buen porcentaje del presupuesto de la entidad corre a cuenta de los vecinos de Getafe.
Pero decía que todo sucedió en esa cena, o mejor dicho, antes de celebrarse la cena. Los protagonistas, el ex alcalde Jesús Prieto, y el ex concejal de Urbanismo Jesús Neira. Entre ambos no existe el feeling de antaño, no tiran de la misma cuerda, pero ostentan aún el suficiente poder entre los socialistas getafenses como para ser necesarios, casi indispensables, en el reparto de fuerzas.
Los dos, Prieto y Neira, dieron muestra de sus diferencias. El ex alcalde, según cuentan testigos presenciales, no pudo reprimirse y, dirigiéndose al ex de Urbanismo le espetó en tono elevado que "dejase de dar golpes de estado contra Pedro Castro" (sic), a lo que el propietario de Astron y ex accionista del Getafe le contestó con un famélico y sonoro: "gilipollas" (con perdón).
Viene este incidente, curioso, pero significativo, a exponer el clima de tensión y divergencia que viven los socialistas de nuestra localidad. Es especialmente relevante el papel protagonista que ha cobrado Jesús Prieto en los últimos meses y su enfervorecida defensa de Pedro Castro, con quien ha mantenido hasta hace bien poco enfrentamientos constantes e importantes.
Prieto ha vuelto, como el ave fénix resurge de sus cenizas, para jugar sus bazas, para poner sobre el tapete sus cartas y ver qué puede suceder a cuenta de la pelea enre los dos sectores mayoritarios del PSOE local. Castro y los suyos, por un lado, Santos Vázquez y los ex concejales, por otro, tienen dividida a la Agrupación socialista. Ese es el asunto, por mal que les siente a algunos y algunas con mucho poder en el Ayuntamiento que lo contemos, tal y como nos llega desde los dos "frentes" políticos. Pretender ignorar los problemas no hace que éstos desaparezcan.
Bueno, a lo mío, que Jesús Prieto asoma sus "tentáculos" y no lo hace en balde. Postula al nuevo concejal de Urbanismo, José Manuel Vázquez, como su protegido, aparece en todos los actos sociales del municipio, arenga a las nuevas concejalas a la vista de todo el mundo y le tiende la mano al alcalde para mostrarle apoyo y ayuda ahora que Castro anda de aquí para allá representando a los alcaldes españoles desde su cargo en la FEMP, y no hay nadie con experiencia suficiente como para cubrir con garantías sus constantes ausencias.
Varias voces socialistas han señalado el mes de septiembre como clave para el futuro del PSOE local. Por entonces habrá pelea para elegir los delegados al Congreso del PSM y medirán sus fuerzas los dos sectores enfrentados, aunque hasta ahora Pedro Castro parte con una ligera ventaja. Y cada vez son más los que aparecen en el terreno de juego. ¿Estarán todos dispuestos a lanzar penalties si llega el caso?
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