Hoy es el día. El de cientos de miles de corazonadas. El día en el que se decide la ciudad que organizará los Juegos Olímpicos de 2016. Como se suele decir, y a pesar de las presentaciones de las cuatro ciudades candidatas, “alea jacta est”; vamos, que los cien miembros del CIO ya tienen decantado el voto con el que representan a la familia olímpica.
Madrid no es la favorita. Por muchas razones su nombre queda relegado en cuanto a las posibilidades de ser la elegida, pero es lo mismo que ha pasado en otras ocasiones con ciudades que no “corrían” por el lado bueno de la pista. ¿Por qué no va a suceder en esta ocasión?
La primera votación va a ser clave en todo el proceso. Si Madrid pasa esa criba, que es la más temida por todos los integrantes de la delegación, las opciones subirán por las segundas y terceras intenciones de voto de los miembros del CIO. Pero, insisto, el inicio es fundamental.
Va a ser un día de tensiones, de nervios y de incertidumbres, macado por la llegada del “todopoderoso” Obama, que permanecerá cinco horas en Copenhague para buscar la elección de Chicago. Allí, en la ciudad danesa, llevan varios días los Reyes de España y los primeros ministros de las otras tres ciudades candidatas. Pero parece que todo se empequeñece cuando aparece la figura del primer presidente negro de los EEUU, o de los USA, como ellos marcan en sus camisetas y atuendos deportivos.
Y Madrid, desde la humildad, pero desde la seguridad del trabajo bien hecho, apura sus opciones con cierto recelo, que no temor, por lo que pueda pasar durante el día en el auditorio.
Pase lo que pase, ha sido hasta positivo ver cómo enemigos íntimos de la política de administraciones y partidos de signo diferente han unido sus fuerzas y esfuerzos para trabajar por Madrid 16. No estaría mal que hagan lo mismo a partir de mañana para encontrar soluciones a los importantes problemas que les atenazan a muchos de ellos y a la mayoría de los españoles. Pero eso es harina de otro costal.
Desde este rincón de una ciudad que podría convertirse esta tarde en subsede olímpica, seguimos manteniendo la cautela ante lo que suceda en tierras danesas, pero, como decía un anuncio de loterías, ¿y si cae aquí?
1 comentario:
Porque no.
La construcción de la sede de Remo llevará implícita la destrucción del Real Canal del Manzanares, realizado por Carlos III y retomado por Fernando VII, una obra de un inmenso valor que tenía como objetivo hacer el río Manzanares navegable y que ha quedado en el olvido.
Destruiría también el Parque Lineal del Manzanares, que es un lugar con una flora y una fauna como pocas hay en Madrid.
Espero que no se hagan las olimpiadas.
Un saludo.
Publicar un comentario