jueves, octubre 25, 2007

Lo de Cultura no tiene cura

La falta de criterio político en la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Getafe está convirtiendo este servicio público en un lastre para el Gobierno local. Empeñados en hacer bueno al ya casi olvidado Javier Ollero, el actual mandamás del área, José Manuel Vázquez y su jefe Pedro Castro andan a ciegas en tema tan importante.

La Cultura, con mayúsculas, es un bodrio en Getafe. Ni oficio ni beneficio. Pocos actos, mal programados y escasa conciencia de las necesidades de los vecinos. Las actividades para los más pequeños brillan por su ausencia, mientras en el resto de municipios de la zona sur son uno de los puntos fuertes de la programación. Las bibliotecas sirven para bien poco, no hay libros, las novedades llegan muy tarde…

Cerrados los sueños de hacer del antiguo Centro Municipal de Cultura un foro político empresarial para regocijo del alcalde y algunos allegados, esta instalación ha vuelto a ponerse en funcionamiento, pero en un estado deplorable. No es de extrañar que los representantes sindicales en el Ayuntamiento anden tirándose de los pelos ante tales despropósitos.

Lo último que faltaba era la renuncia del flamante director de Cultura, el escritor Lorenzo Silva, a quien empiezan a llamarle Lorenzo el breve, por su poca paciencia para aguantar el chaparrón de “miserias” que cae constantemente sobre la Concejalía. Tres meses ha aguantado en el cargo y eso que sus jefes ya se encargaron de autorizarle, vía Pleno, para que realizase actividades profesionales de índole privado mientras ejercía su cargo al frente de la Cultura local. Poco a nada ha tenido que encontrar en el baúl cultural para saltar del barco a las primeras de cambio.

Ante esta situación y la escasez de personal no es raro que los fines de semana sigan siendo fantasmas para la cultura getafense. Que los jóvenes apuesten por el botellón como fórmula para mitigar el desasosiego de la semana (si no existe alternativa es raro saber si van a seguir con el tetrabrick y el garrafón o prefieren otro tipo de ocio) no deja de ser un síntoma del abandono municipal hacia este colectivo. Pero, como he apuntado antes, los niños tampoco tiene nada a lo que acudir y, por extensión, sus familiares. Y los adultos… a Madrid, que la oferta es grande y variada, que Getafe en fin de semana sólo es fútbol en el Coliseum y paseo por la calle Madrid, cervecita de rigor y a ver el teletostón de turno.

Lo de la Cultura en Getafe, está claro que no tiene cura. Y el concejal mirando para otro lado, como si no fuese con él la guerra. Es lamentable que esta ciudad sólo salga en las noticias por los sucesos y por las guerras urbanísticas de ladrilleros desaforados. Lo dicho, una auténtica pena.

lunes, octubre 22, 2007

DaviZ Lucas se marcha a vivir a MadriZ


El que fuera primer teniente de alcalde y aspirante a sucesor de Pedro Castro, la alternativa al poder instalado en nuestro municipio desde hace más de 25 años, David Lucas, se marcha a vivir a la capital. Dejará de estar empadronado en Getafe, de ser uno más de los nuestros.

Es lógico, habida cuenta de su nueva condición política. Su ascensión personal coincidió con la hecatombe socialista en la capital y la región y Lucas se ha visto aupado a la categoría de opositor a Gallardón, otro de los pesos pesados de la política, no ya municipal, sino nacional.

Integrado en el modelo del “nuevo socialismo” que el PSM intenta imponer, Lucas se ve reflejado en la imagen que los ideólogos del PSOE han planificado para MadriZ. Esa zeta impertinente que golpea. Incluso, las páginas del diccionario de la lengua, con las faltas de ortografía intencionadas.

DaviZ Lucas trabaja en MadriZ, aspira a ser alcalde de MadriZ y debería vivir en MadriZ. Así lo ha entendido y así lo va a hacer.

Ha puesto su piso en venta, uno de lo que se construyeron en los terrenos de la Rabia con el epíteto de VPT, es decir, Viviendas de Precio Tasado, una figura que ahora no existe urbanísticamente hablando. Lucas pide 350.000 euros por su piso (nos permitimos la licencia de dar las cifras) cantidad acorde con los precios actuales y habida cuenta de la zona de la que hablamos
.
Poco tiempo queda, pues, para que DaviZ Lucas deje de residir en Getafe, donde desde hace meses, sólo acude a “pernoctar”, según ha dicho en varias entrevistas, pero donde su familia sigue haciendo vida.

Su marcha, su ausencia, aunque ya era una realidad desde hace meses, no viene sino a constatar que Pedro Castro se queda sólo, sin nadie que le tosa. Lucas ha colocado a sus peones en otros municipios dando por perdida una batalla en la que siempre ha ido a remolque. Castro, una vez certificado el abandono de Lucas también ha quitado poder a Santos VáZqueZ, otro de los que le podían hacer sombra en la ciudad y se ha propuesto ser el único interlocutor válido, con voz y mando, para cuestiones locales, autonómicas y nacionales.

El problema es que el alcalde no tiene por dónde enganchar con el “nuevo socialismo”, por eso que le han nombrado candidato para regir la FEMP. Ahí, de momento, no hace falta Z para obtener el bastón de mando. Aunque si lo hiciera, el regidor podría estar dispuesto a cambiar su apellido. Pedro CaZtro. Con dos oes.

lunes, octubre 15, 2007

Seguridad y política

La antesala del puente del Pilar (día de la Fiesta Nacional y desde este año día de la Guerra de las banderas) nos levantamos conociendo el cese del hasta ahora comisario de policía de Getafe. La versión oficial habla de un “traslado” de Alfonso María Sánchez, que ha estado cinco años en el cargo.

Sin embargo, habida cuenta de las reacciones y la propia coyuntura de la destitución, se hace inevitable la relación entre la política y la seguridad en este controvertido asunto. El Sindicato Profesional de la Policía ha mostrado su indignación por lo que considera un “relevo político” y apunta directamente a la Delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre como responsable del hecho.

Lo cierto es que el ya ex comisario (suena a serie de tv) nunca ha tenido “feeling” con los responsables políticos municipales ni nacionales. Es más, en los mentideros getafenses se ha comentado y mucho el hecho de que en estos cinco años el alcalde Pedro Castro, y Alfonso Sánchez nunca han estado reunidos a solas, siempre con compañeros de “baile”.

El propio Castro tiene su “sanedrín” de Seguridad. Un reducido grupo que reúne una vez cada dos meses para analizar y aconsejar al primer edil en temas de seguridad ciudadana. Y qué curioso que en esos encuentros (comidas en un conocido restaurante de la ciudad) nunca hayan estado el responsable policial; ni tampoco el responsable político de la Seguridad en Getafe. Eso sí, Castro se hace acompañar de un ex comisario y de un ex concejal del ramo, como si aludiera a ese dicho que refleja que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.

Esa ausencia de sintonía también se ha reflejado con la Delegación del Gobierno desde la llegada de sus nuevos responsables. Ni Soledad Mestre ni su representante en la Junta Local de Seguridad de Getafe han “conectado” con el ex comisario, a quien sus compañeros alaban su independencia y su profesionalidad.

La autocrítica que los propios policías hacen se centra en su falta de tacto para impedir las injerencias políticas en su trabajo a favor de la seguridad ciudadana. Y ahí hay que darles la razón, pues los profesionales deben ceñirse a lo que controlan, aunque ya se sabe que el político es muy dado a querer tenerlo todo “bajo control”.

Cuentan, entre otras anécdotas, que cada vez que los representantes de la Delegación del Gobierno “bajan” a una Junta Local de Seguridad, lo hacen “aturdidos” por el caos de tráfico en que se ha convertido Madrid y, en especial, su zona sur. Un “aturdimiento” que el propio Sánchez les ha llegado a recordar en más de una ocasión a cuenta del escaso interés demostrado por los datos sobre seguridad en el municipio.

El cese de Alfonso Sánchez puede llevar aparejado un traslado a otro importante municipio de la zona sur madrileña, gobernado por el PP y con un bicentenario a la vuelta de la esquina. Blanco y en botella…

Pero la noticia, sin duda, hay que buscarla en la posible injerencia política en asunto tan delicado como la seguridad y las críticas que los mismos profesionales, han hecho sobre esta decisión. Getafe, una de las ciudades más seguras de la Comunidad de Madrid, se queda sin comisario (bueno, ahora hay uno en funciones) y con las ganas de saber cómo evoluciona la seguridad, cuestión que atañe a todos.